Cae la noche

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Yo sé que llegaste y yo no estaba allí. Yo estaba en otra parte. Diciendo cosas que para ti hubiesen significado otros pecados. Pero llegaste y yo no estaba allí. Yo andaba en un barquito de papel. El mundo últimamente está lleno de barquitos de papel, no pueden con ellos ni las tormentas más feroces. Los faros no dan abasto. Los fareros ya no juegan al escondite por las noches, ya no les ponen nombres nuevos a esas estrellas tan livianas. Yo sé qué llegaste y diste tu mejor concierto. Yo sé que llegaste y pensaste cosas que a lo mejor en algún momento de la noche, con un poco de vino de por medio, te hicieron pensar en mí otra vez. De qué sirve pensar cosas que luego no se dicen o luego no se hacen. De qué sirve querer si el querer no se acompaña con un acto. Juanito decía “los actos creativos salvarán al mundo”. A veces a mí me salva acordarme de eso. Días como hoy, de post cansancio post moderno. Tras horas de dormir me levanto con mi mejor cara de poemonstruo: los poemonstruos como yo tenemos café en vez de sangre, no confesamos jamás nuestros pecados delante de conocidos, nos manifestamos a cualquier hora del día que se nos ocurra una de esas brillantes ideas que cuando comentas con alguien pierde todo fulgor y nos devolvemos la sonrisa en el espejo por si acaso. Los poemonstruos como yo comemos macarrones con tomate. Hoy comí sola. No me gusta comer sola. No me gusta dormir sola. No me gusta despertarme sola. No me gusta volver a casa y que no haya nadie. Pero como, duermo. Me despierto y vuelvo. Ayer la gente se manifestó en las calles. Nosotras nos manifestábamos en un escenario. Improvisando carcajadas el mundo es un asunto menos denso. Los días son tan largos que no se quiere hacer de noche. “Cae la noche buscando su corazón en el océano”, diría Altazor. Afortunada ella que sabe dónde buscar.

el primer poema que lauri me escuchó en aquella iglesia de oaxaca

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ayer llovió
compré un paraguas
verde aceituna
que estaba roto

un paraguas verde aceituna roto
no es cualquier paraguas

lo dejé que se fuera volando como un globo
un globo que ahora es un paraguas verde roto

así que lo más probable es que esté perdiendo aire
aún así, lo más probable es que llegue a donde estés
y tú te sorprendas de ver un globo aceituna roto
que se desliza suavemente como si supiera a dónde va
como si supiera quién es y no estuviera perdido
como si tuviera voz y no hubiera olvidado su nombre

que se desliza suavemente dejando un rastro lejano
robándote un recuerdo como un ladrón de guante blanco
plantando otro como un sutil jardinero que con mirar florece
y el globoaceitunarroto ya es un paraguas roto
que te compré porque era verde aceituna

y ahí no sé
pero aquí llueve

poemonstruo de papel

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yo antes me ganaba la vida haciendo barquitos de papel y olvidándolos por ahí. ganarse la vida en este caso no quiere decir que con esta actividad obtuviese remuneración alguna. quiere decir, literalmente, que me ganaba la vida: unas veces la ganaba yo y otras veces me ganaba ella. pero sin abusar.

casamanita teatro estrea os lous lados da felicidade

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