1 de febrero

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roto el compás
roto lo lleno de la luna y su ponencia sobre él
rota la noche quirófano donde arreglar la ausencia del amante
rotos los vasos ya no beberé las venas transparentes del reflejo
rotos los brazos del náufrago sólo se salvarán sus ojos
rotos los mudos modos del sol acuchillando la tiranía del asfalto
rotas las olas cojo el mar se apoya con la lengua en las orillas
roto el poema acuclillado junto a mí mirando loco una peca que nació de él

amaneció

llegamos al cotillo y olía a mar
saludamos a las gaviotas y olía a mar
entre la gente que hablaba otros idiomas, en sus erres agudas y en la exacta simetría del abrazo que de pronto dos se daban, en el sol desentramando el laberinto de las pieles protegidas, en las ráfagas de viento que amenazaban con arrastrarnos un paso más allá de este destino ahí también olía a mar
a veces es tan grande el horizonte que no cabe en la palma de mi ojo, pensé
lo pensé en voz baja lo dije para mí y un chico italiano quizás creyendo que me oía le sonrió a su acompañante y un perro igual a otro perro de otro poema pero de otro país se acercó a darme un beso quizás confundiéndome con alguien

comimos pescado a un paso del desierto
cerré los ojos,
cuántos mediodías de verano caben en el adiós?
tres
, contestó el mesero
no sé si serán muchos, dijo mi madre
depende del hambre que tengamos, dijo moní

se comen, pensé

como la playa de las dunas con la sensación de nieve en el tobillo de los ojos
me hundí en la arena buscando la raíz de los volcanes
corrí midiendo la parte impar del mundo

tomé tres caracolas
diminutas como el espacio que el corazón dedica a las desgracias

antes de ayer otra montaña
la carretera de asfalto nos llevó al faro del sur donde el mar divide en dos sus posibilidades
es tan pequeño todo que apenas alcanza un ojo para ver

plasson, amigo, los barcos son los ojos de la mar
qué son los faros?

3 pájaros en el árbol:

Anónimo dijo...

Conociendo el paisaje,hasta lo entiendo mejor.
Muy bueno.
Mi padre tuvo una novia en esas playas y esos desiertos y nunca la olvidó.
Mario

María Tabares dijo...

Pues yo no he estado ahí, pero tampoco voy a olvidar nuncca a Eva a Eva poradita.

Anónimo dijo...

Si fuera yo el pescado que te comes
si fuera yo ese perro parecido al otro
si fuera yo algún faro de tus ojos

qué bonito miras, Cabo
qué bien dices todo lo que ves

Y el italiano, ¿era tan guapo como el camarero feo?

te escucho desde mis rincones
besos te doy de membrillo en los pies...
la pisada, como ves, soy yo.

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