Andariegos somos

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Desde hace meses no sabemos nada de ti. Mandamos postales sin remitente buscándote por todas partes. Arrojamos botellas de cristal al mar con mensajes tipo "Estamos en temporada de sardinas, ¿tú dónde estás?". Y nada. No perdemos la esperanza porque las cosas que no se ven  nunca sabes dónde están. El mundo sigue siendo un tablero enorme, un juego de parchis donde nos comemos unos a otros. Desde que te fuiste han pasado muchas cosas. A veces me siento al lado del jardín donde enterramos a Poeta e imagino que comemos cerezas y un yogur de vainilla. En esta parte del mundo los yogures de vainilla dejan a las cucharas tristes. Luego se les cae la sopa. Los fideos en el suelo se vuelven locos y fingen ser figuras geométricas señalando el camino hacia un lugar importante. Los lugares importantes son aquellos a los que siempre se puede volver, los que te envuelven de lejos, los que te revuelven de cerca.

Ayer llovió. La lluvia fue un escándalo de gotas secándose antes de tocar el suelo. Isla bailó descalza. Ahora duerme en el sofá a rienda suelta. Llevo toda la noche leyendo el pasado. Revisando cosas que escribí cuando mi nombre significaba otros jardines. El oasis de mi ojo derecho es un desafío para el izquierdo. Me siguen preocupando los domingos. Gasto el mismo número de pie. Tomo tanto café como antes. Y sueño con megáfonos. Todas las azoteas, los tejados y las antenas de las casas me recuerdan a Ciudad Paraíso. Allí la fruta era una bendición, los amigos una fiesta y el amor un delicioso plato de frijoles.

Estuve toda la semana pensando en trenes. El carbón de lo que pienso podría alimentar una locomotora. Los transportes públicos y yo seguimos haciendo piña. Cuando no hay lugar para el raíl hay que echarse a andar. Andariegos somos y en el camino nos encontraremos. Un día diré "Por ahí llegas".

P.d. Echaba de menos escribir. Ya me estaba quemando el infinito.


el señor lobo, pomelo y saúl

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a las funciones de la feria del libro me acompañan el señor lobo y pomelo

pomelo va a su aire: está enamorado, es elefantástico, les dice palabras bonitas a las fresas para que se pongan coloradas y vive debajo de una flor de diente de león

el señor lobo me hace tanta compañía que semanas después aún sentiré su presencia protectora, lo buscaré inconscientemente a mi lado al salir con isla de paseo, iré a la compra y meteré en el carrito sus yogures favoritos, pasaré dos veces la tarjeta de la guagua, pediré dos cafés: uno solo y otro con leche y dos madalenas

pero el señor lobo ya no estará porque se ha ido en misión especial a despedirse de saúl, a darle un abrazotote de mi parte y a decirle que aquellos cuentos, que aquellas risas, que aquel encuentro... que este coincidir en la vida fue todo un lujo y que lo echaremos tanto de menos que las fresas se ponen coloradas con solo pensarlo

abril elástico

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este mes de abril elástico, sencillamente insomne, desmemoriado, endémico
astrolabio esdrújulo y lisérgico
palabra invierno el frío de este malestar es como un mosquito estudiado


pasan de largo lobo lópez y los peces, lobo lópez y tres camaleones despistados
que me buscan en un campo de guerra
esta batalla que se libra de mí, se libra en mí, libra de mí un día par, un día paz, un día por semana
me descansa


me arrodillo y beso el suelo isla
furtivo caparazón que me cuelgan

una vez fui una lenta tortuga

otra vez al principio de un cuento que apunta maneras de fábula

todo es tan distinto a ti, tan distante a aquel camino que se bifurcaba en infinito
este ocho horizontal que peca cama de agua


el mar y esos fonemas de sal/ sol tus rayos son pronombres
yo soy un sujeto, sujétame la lengua que yo llego al fondo de nada


y la nada se ahoga en peldaños

alguien toca la aldaba de un corazón despellejado
los lobos siempre buscan un sabor conocido
un sabor lejano que persiste, insiste, dura
como una fruta que se cayó del árbol
para tocar el cielo de un paladar


pedalear ahora es lo que toca
 

Poema en la luna majorera

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poemaenlalunamajorera@gmail.com

Andando

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Dibujo: Sabela Díaz/ Texto: Eva Cabo

En el aire y no

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Hay cosas que no tienen que ver con el nivel mínimo de estudios.
El vuelo de aquel pájaro, por ejemplo, suspendido en el aire  y no
suspenso por picotear las preguntas de su compañero. Nosotras
peleando por migajas número. Un afán esférico por llegar más lejos.
Llegaba Alejandría con sus ojos pluma. Su faro iluminando noches
enredadas en las piernas de un vestido. Gemía un acordeón
mientras bailaban los pies de página. Ir. Venir. Multiplicar el fin
del mundo. Restarlo. Dime quién es mi superior que me quiero quejar.
"Por encima de ti, dices, hoy solo hay estrellas.
"


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