los que nunca duermen

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los que nunca duermen
para jane

1.
ayer un pirata se cruzó en uno de mis cuentos
me preguntó por ti, me preguntó por los cofres que había escondido en tus dos ojos
y yo sólo supe decirle que los diera por perdidos
que los cofres locos, henchidos del hechizo de tu verde

se habían abierto a sí mismos
para mostrarte sus tesoros

aquel hombre levantó el parche de su ojo terco
me invitó a saltar

y yo salté porque cualquier excusa es buena
para lanzarse a un abismo que en principio no nos pertenece
aunque será nuestro si es necesario

el atributo de lo oscuro es que se lleva bien
con los que celebran célebres las doce en el reloj
y sienten de repente un nuevo nacimiento en sus arterias

“navégame”, me dijo el hombre centrado en mis lunares
acosando la forma que tengo de decir ciertas palabras
que sólo pueden desteñirme si quiero volar
y son mis alas la excusa perfecta para lanzarse a algún abismo
volar hacia abajo buscando la altura del ojo del venado

repaso los apuntes de mi historia mientras caigo
me susurra al oído un apuntador que ve cosas
en las que yo creí no estar
aunque luego encontré pistas
que me situaron en esa escena del crimen
a un kilómetro de sangre de mí misma

2
en todas las madrugadas que danzamos diminutas
sobre los mil y un gramos de arena del sol
estás tú sentada valiente y decidida a ponerle hielos a la noche
a enseñarle a todos la canción desesperada de los que nunca duermen solos
aquella vez que llegamos tarde a las estrellas
y exprimimos la absenta de las horas
perdimos los relojes, un zapato, una mentira

no sabría decir por qué todas las lunas me acuerdo más de ti
y de tu risa haciendo imprescindible en Bombay la negrura de tu pelo
sortilegio azabache donde el viento descansa los veranos

y si yo tuviera que elegir sin pensar un milímetro de mundo
sería de seguro el que acecha tu sombra desmedida
para no tardar más de dos segundos en cruzarnos
y que tú me digas alterando el pulso mágico de las palabras
“hay que irse de aquí “ y nos quedemos

3
tengo una confusión de mapas en el cuero cabelludo
un alud de raíces que pujan alto por quedarse en algún sitio

dónde está el lugar en el mundo
del corazón nómada que se hincó de rodillas
para besar la tierra?

están ardiendo los pretéritos y no saben conjugarse las manzanas
hay un pánico profundo debajo de la lengua del silencio
que teme lanzar su latigazo sobre el mundo y dejarnos mudos de deseo

el sol en tu cuerpose sentía un profanador de templos

4
malgasto los espacios vacíos de mí misma
que suelo rellenar con los restos de algún charco en el que bailó un niño
en el que bebió una rana que tal vez quiera ser bailarina

pero no sé
me estoy sobrevolando
dejo atrás el rastro del pájaro fonema
que cantó la canción de la chica más linda del pueblo
y no era yo

2 pájaros en el árbol:

Anónimo dijo...

Yo, lo único que no me puedo creer, es que si no eras tú, se tratase de la chica más linda del pueblo. ¡Qué pueblo es ése!

Ophir Alviárez dijo...

Lo dije en FB, me encanta la fuerza de tu verbo

Abrazote,

OA

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